¿Cuánto tiempo ha dedicado a mejorar su capacidad de concentración desde que cogió un palo de golf por primera vez?

La concentración es la habilidad psicológica que más influye durante el recorrido y a menudo marca la diferencia entre una buena tarjeta y otra mediocre, pero, empecemos por definir las claves:

¿Qué es estar concentrado?

Es atender a lo que hay que atender en cada momento. Es esa habilidad para dirigir y mantener toda la atención hacia aquello que es relevante en un momento determinado. Piense, por ejemplo, si es necesario para dar un buen golpe ir pendiente del resultado en todo momento o ir dándole vueltas a modo de calculadora cuanto le pueden bajar el hándicap si continúa jugando así. Estos pensamientos son irrelevantes para pegar un buen golpe, y por ello, si en el momento de ejecutar un golpe le asaltan este tipo de pensamientos, se puede decir que está desconcentrado.

Y las distracciones o esas razones de desconcentración se pueden catalogar en internas y externas. Las internas son todos aquellos pensamientos, sensaciones o sentimientos distractores como ‘‘seguro que ese putt no lo meto´´ o ‘‘¡A ver si no la tiro fuera de límites!’’. Estos pensamientos pueden distraer del golpe que se va a jugar o del swing que se quiera ejecutar. Por su parte, las distracciones externas son todos aquellos estímulos externos al jugador, como espectadores o los ruidos ajenos al campo.

¿En qué hay que concentrarse?

El siguiente paso es saber hacia dónde tiene que dirigir su atención en cada momento para pegar buenos golpes. Para ello se analizan cuales factores son los que entran en juego a la hora de dar un buen golpe: posición de la bola en el suelo, distancia al objetivo, obstáculos que rodean al objetivo y las condiciones climatológicas como el viento, o la lluvia. Estos cuatro factores son los que hay que tener en cuenta para decidir que golpe quiere jugar, donde va a apuntar y qué palo va a utilizar.

Toda esta secuencia de pensamientos y acciones que lleva a cabo el jugador para preparar y ejecutar el golpe es lo que se llama la rutina pregolpe. Por tanto, la respuesta a la pregunta inicial es: realizar cada paso de la rutina pregolpe.

Concentrado los 18 hoyos…

Ni los grandes maestros de ajedrez son capaces de permanecer concentrados durante varias horas, por citar un ejemplo. Lo mismo sucede en un campo de golf, el tiempo que transcurre entre un golpe y otro no tiene ninguna influencia sobre el resultado, lo cual no significa que no sea importante. Pero, no es necesario estar a un nivel máximo de concentración. Los únicos momentos que influyen directamente en el resultado son los de preparación y ejecución de un golpe. Por tanto, lo que se debe hacer es regular la concentración de tal forma que sea máxima en los momentos de preparación y ejecución del golpe, mientras que entre golpe y golpe mantendremos un nivel medio de atención (40-60 %).

¿Qué hacer cuando se desconcentra?

a lo largo de la competición puede haber circunstancias que hagan que pierda la concentración. Esto es un hecho normal que no debe preocuparle en exceso si no sucede muy a menudo. Lo fundamental es que cuando pierda la concentración por cualquier motivo (golpe fallado, pensamientos negativos, dudas, etc.) sea capaz de reenfocar su concentración lo antes posible para que no se traduzca en varios errores consecutivos.

Para volver a enfocar la mente lo primero que deberá hacer es darse cuenta de que no está concentrado. Una vez detectada y asumida la desconcentración, comience a realizar respiraciones profundas, concentrándose únicamente en la respiración durante dos o tres segundo. De esta forma su mente ya no estará en el pensamiento que ha provocado la desconcentración, sino, es la respiración. Después de estos segundos intente volver a concentrarse en el juego. Para dominar este ejercicio necesitará practicarlo durante mucho tiempo, pero una vez que lo logre, su capacidad de concentración estará a prueba de bombas.