El LIV Golf se jugará desde el jueves en su cuarta temporada con un estreno a la luz de los focos. En mitad de la nada, a 20 kilómetros de Riad, el Tour de los torneos de tres jornadas, la música a todo volumen y los pantalones cortos añade un componente más: por primera desarrollará un evento nocturno.
El Riyadh Golf Club, fundado en 2005, ha dispuesto más de 300 focos y 500 palmeras iluminadas para la ocasión. En total más de 1.000 puntos de luz. Y al LIV le viene bien que a tiro de pistola, del jueves al sábado, sus 54 jugadores salgan a tiro de pistola a las 18.15, hora local, en la penumbra, 30 minutos después de que haya caído el sol. Por novedoso y porque también es un horario decente (10.15 de la mañana) para la costa Este de Estados Unidos, donde la Fox, la cadena afín de Donald Trump, ha comprado por fin los derechos. El LIV ya dejará de ser un producto clandestino en el gran mercado.
De nochese han jugado decenas de exhibiciones. Entre las primeras estuvo la Batalla de Bighorn en la que Sergio García derrotó a Tiger Woods en 2000. “Jugamos creo que cuatro hoyos por la noche”, recuerda el de Borriol, que el año pasado en el arranque del LIV perdió un desempate con la megapantalla LED y los focos de los buggys iluminando el green en Mayakoba. Pero apenas muy pocos torneos oficiales.
“Tienes la incertidumbre de que puedes perder la bola en el aire, va por encima de los focos y no ves el vuelo completo y eso puede crear un poquito de tensión”, apunta la golfista balear. “Y quizás que cambian las sombras porque ves muchas en tu línea en el green. La luz te viene de varios lados. Amí me gusta porque me obliga a focalizarme mucho en el ritmo”.
Riesgo de perder la bola
Cuentan los agrónomos que otra dificultad puede ser la arena del desierto en determinados hoyos, que entierre bolas que no se vean aterrizar. “Hay que hacerse”, advierte Sergio. “Aunque tengas muy buena luz, es diferente a la solar y hay que hacerse a la lectura de los greenes. Aquí además va a hacer bastante más frio que por el día —la temperatura cae 15 grados— y la bola no va a volar tanto. Estas cosas hay que tenerlas en cuenta”.
“Ayer fue mi primer día y es diferente”, confiesa el emergente David Puig, ya número 77 del mundo. “Algunas posiciones alrededor del green y cómo ves las caídas son bastante diferentes, habrá que entrenarlo bien”.
Fuente y foto: marca.com