Yuriko Koike, gobernadora de Tokio, ha pedido a los responsables del Kasumigaseki Country Club que pongan fin al veto que mantienen sobre las mujeres, a las que no admiten como socias en este club que albergará la competición olímpica en 2020.
Un reclamo insistente ha desencadenado el veto del Kasumigaseki Country Club a las mujeres que intentan ser socias del club, pues la casa que albergará en 2020 la competición de los Juegos Olímpicos no acepta socios del género femenino.
Además, tampoco permite a las mujeres jugar los domingos en este terreno, lo que ha conmocionado a la comunidad feminista de Tokio, incluyendo a la gobernadora de esa Ciudad.
«Me siento muy incómoda con el hecho de que las mujeres no puedan ser socias de este club en la era en la que nos encontramos», ha asegurado Koike en declaraciones difundidas por la agencia Reuters, quien expresó su descontento y ha llevado la voz cantante en este reclamo.
El Kasumigaseki CC es un club privado ubicado en la prefectura de Saitama. Fue inaugurado en 1929 y ha sido sede de múltiples eventos transnacionales.
Esta discriminación choca frontalmente con la Carta Olímpica, que en su artículo 5 dice lo siguiente: «Cualquier forma de discriminación contra un país o una persona basada en consideraciones de raza, religión, política, sexo o de otro tipo es incompatible con la pertenencia al Movimiento Olímpico».