Presión que termina en triunfo o pesadilla.
La situación suele ser siempre la misma. Un jugador que llega a los últimos tres o cuatro hoyos con un buen resultado; entonces se le cruza el pensamiento de que si sigue jugando igual puede ganar el torneo. A partir de este pensamiento lo que antes era fácil ahora se vuelve complicado y lo complicado se transforma en imposible. La psicología popular nos dice que esto es debido a la presión. Si este es tu caso seguro has perdido más de una competición en los fatídicos últimos hoyos.
VEAMOS QUE PODEMOS HACER PARA HACER FRENTE A ESTA SITUACIÓN
El consejo que te dará cualquier jugador, aunque no sea psicólogo, es que sigas jugando igual el resto de hoyos. Y esto es realmente lo que tienes que hacer. Pero la pregunta es ¿Cómo se hace? Aquí van algunas sugerencias:
Lo que sucede en estas situaciones es que el jugador «adelanta acontecimientos». Es decir, su mente no está en el momento presente, sino que está pensando en el futuro. Empieza a hacer cuentas del resultado que tiene que hacer en los hoyos siguientes, en las consecuencias que tendría fallar un golpe, en qué van a pensar los demás si pierde el torneo, en que va a hacer si gana, etc. Todos estos pensamientos tienen dos consecuencias inmediatas. La primera que la concentración no es la correcta ya que no se está pensando en el momento presente ni golpe a golpe, sino en acontecimientos futuros. Y la segunda, es que el nivel de activación sube, sobrepasa su zona óptima y el jugador se pone más nervioso de lo habitual. Estos nervios también influyen negativamente sobre la concentración, ya que se está más pendiente de los nervios y su influencia en el swing y de cómo relajarse para dar el golpe que se tiene que dar.
Para evitar que ocurra esta cadena de acontecimientos lo primero que hay que hacer es eliminar de la mente todos los pensamientos futuros. Céntrese solamente en el presente, en el hoyo que en ese momento esté jugando y si le viene algún pensamiento futuro elimínelo de su mente. Para ello, las técnicas de control del pensamiento pueden resultar útiles.
En estas situaciones es donde la rutina pregolpe juega un papel importante. Pero no olvide que la rutina no es sólo lo que va a hacer sino lo más importante es lo que tiene que pensar. La rutina mental es en estos casos mucho más decisiva que la rutina física. Si tiene una buena rutina mental será de gran ayuda.
Cuando empiece a notar los nervios, no se preocupe, es totalmente normal e incluso placentero. Lo único que tiene que hacer es intentar reducir su nivel de activación si se encuentra incómodo. La respiración diafragmática le ayudará a controlar esos nervios. Lo que nunca debe de hacer es estar más pendiente de los nervios que siente que del golpe que va a ejecutar, ya que, si hace eso, el golpe tendrá muchas probabilidades de ser erróneo.
No cambie su estrategia de juego a no ser que sepa exactamente qué estrategia necesita para ganar el torneo (conservadora o de riesgo). Suele ser habitual que en estos casos el miedo a fallar haga variar la estrategia seguida hasta ese momento, y en vez de pensar en seguir dando golpes buenos, el jugador se conforme con no dar golpes malos y tenga «miedo al fallo». Estos pensamientos se suelen traducir en pérdida de fluidez en el swing y errores que hasta ese momento no se cometían.
Por: Oscar del Río