En el campo de golf existe una línea muy fina entre jugar bien y jugar descontrolado, todo depende de dónde enfoque el jugador su atención.
Lo primero a tener en cuenta es que hay que salir al campo con la actitud de jugar bien, y no la de evitar pegar mal, ya que esto puede tensar al jugador y quitarle la naturalidad de su juego. Si hay algo que aprender de los grandes jugadores de golf a diferencia de los amateurs, es que nunca juegan evitando el error. Buscan dar un buen drive, no el evitar entrar en rough, o embocar el chip y no hacer approach y putt. Siempre salen con una estrategia clara, la mayoría de las veces conservadora, combinando habilidad y confianza; saben que, si se preocupan demasiado por no hacerlo mal, jugarán menos sueltos, y eso influirá en su swing.
Además, tienen muy claro que no son el resultado que aparece al final de su tarjeta, ya que no depende de ellos. Cuando el juego se escapa de las manos del jugador, muchas veces ocurre porque se centra en cosas que no son del todo posible controlar, por ejemplo: el resultado.
Centrarse en algo que no depende el 100 % del jugador, como es el resultado, puede ser muy frustrante y dañar seriamente su autoestima, por ello es importante trabajar una buena rutina posterior a un mal golpe, donde hay cinco puntos básicos que deben ser de conocimiento de todo golfista:
PERDONE: está demostrado que enfadarse no sirve de nada, más que para aumentar la posibilidad de fallar, así que hay que tener un poco de compasión consigo mismo, pregúntese si hizo todo lo que estaba en sus manos para dar un buen golpe, y si es así, perdónese. En el caso contrario, analice que pudo haber controlado y asegúrese de realizarlo en el siguiente golpe.
OLVIDE: si hay algo que pueda aprender de sus malos golpes, utilícelo para el siguiente, después de esto ¡olvide todo!
MANTENGA BUENA ACTITUD: nunca controlará completamente la bola de golf, pero sí que puede controlar su actitud, por ello es fundamental esforzarse para mejorar y reaccionar bien ante los errores.
CÉNTRESE EN LO QUE PUEDA CONTROLAR: es fundamental aceptar que el golf es un juego de errores, de hecho, se mide por «hándicap», donde el mejor es el que menos errores comete. Por ello se tienen que aceptar como algo natural. No puede ir buscando la perfección, porque entonces, cuando de un buen golpe considerará que es lo normal, y sólo los malos golpes le afectarán. Hay que darle la vuelta, alegrarse ante los buenos golpes y saber que el error es algo que está dentro de este deporte.
DISFRUTE: una vez en una conferencia el jugador Miguel Ángel Jiménez dijo que ‘‘el mejor es el que más se divierte’’ y tiene toda la razón. Nunca se puede olvidar que el golf es un juego, y hay que jugarlo.