Un golfista dará siempre sus mejores golpes solo si piensa con confianza cuando intenta dar esos golpes.
Un golfista con confianza piensa en lo que quiere que suceda en el campo. Un golfista que carece de confianza piensa en las cosas que no quiere que suceda en el campo. Eso es la confianza. El cuerpo reacciona frente al grado de confianza que hemos desarrollado en nuestra mente consciente y subconsciente. Si juega un golpe con confianza, el cuerpo actuará lo mejor que sabe. Si lo juega dudando de su habilidad, el cuerpo perderá el ritmo, la gracia y el timming.
Los golfistas confiados juegan como los atletas. Entran en el campo como si estuvieran yendo a una fiesta llena de gente que les admira. Los golfistas que carecen de confianza pisan el campo como entraría una persona seria y estirada a la misma fiesta.
Ante cada golpe, la confianza consiste en la habilidad de centrar la mente y pensar solo en la bola yendo al objetivo. Tiene que verla volando hacia el mismo, si tiene una imaginación gráfica; o tiene que creer que irá allí, si su imaginación es más abstracta. Los golfistas que carecen de confianza juegan el putt más temeroso y cuidadoso en el green del hoyo 72 que en el primer green. Se sueltan en el primer tee y se atrofian en el del 18. ¿Por qué ocurre esto? Usted deberá tener más confianza al final de una vuelta que al principio. Si no es así, existe algo erróneo en su forma de seleccionar los pensamientos.
Algunos jugadores tienen tendencia a dejar que el golf golpee su psique. Durante el curso de cualquier torneo, lo normal es que falle algunos putts, esa es la naturaleza del juego. La pregunta es: ¿prefiere recordar esos fallos? ¿O prefiere recordar los buenos drives, los buenos approachs y los buenos putts, más frecuentes?
En golf, debería ser más fácil mantener la confianza que en otros deportes. El bateador de béisbol es excelente si logra batear una pelota una de cada tres veces. El mejor quarterback no enviará la pelota a los receptores en la mitad del tiempo. Sin embargo, los bateadores con una estadística del 30 %, y los quarterback con un 60 % generalmente irradian confianza.
Un golfista dará siempre sus mejores golpes solo si piensa con confianza cuando intenta dar esos golpes. Si no se siente más confiado con el paso de los años en su carrera de golf, si no pone más confianza al final de una vuelta de la que pone al principio, es un signo de que algo incorrecto hay en su forma de pensar.
Si en vez de recordar los golpes exitosos, recuerda los fallos, su confianza sufrirá. Si su confianza sufre, su actuación se resentirá.
Si ese es su problema, tiene que retroceder a lo que sabe sobre la memoria y el subconsciente. Tiene que empezar a sentir alegría con los golpes buenos, porque es así como se asientan en su memoria tiene que ser flemático ante la sacudida de los golpes malos, porque le ayudará a olvidarse de ellos con más rapidez.
Es verdad que la forma más fácil para adquirir confianza es ganar al principio y ganar con frecuencia, pero no tiene que venir necesariamente de una vitrina llena de trofeos. La confianza viene de dentro.
Pensamientos para confiar:
- La confianza es saber que si juega usted como es capaz de hacerlo, ganará o al menos tendrá la posibilidad de ganar.
- Tenga la sensación de ganador aunque al final no lo sea.
- Si su confianza no crece cada año que juega al golf, su forma de pensar necesita un ajuste.
- La confianza en un golpe solo consiste en pensar en la bola yendo al objetivo.
- Pensar con confianza sobre su juego no debería ser diferente a pensar honradamente sobre su juego.