Su triunfo en el St. Jude Invitational le permitió volver a la cima del golf.
Justin Thomas volvió a demostrar que es un golfista único y con potencial de leyenda. Este domingo, conquistó el título del WGC-FedEx St. Jude Invitational de forma espectacular y no solo eso, recuperó el puesto de número uno del ranking mundial, desbancando al español Jon Rahm.
Thomas, que arrancó la ronda final en el quinto lugar, selló una tarjeta dominical de 65 impactos (-5) y culminó su faena con un total de 267 tiros (-13), superando por tres palos a cuatro jugadores que finalizaron con 270 (-10): Phil Mickelson, Brooks Koepka, Daniel Berger y el sorprendente Tom Lewis.
De esta manera, el jugador de Louisville, Kentucky recupera el cetro del mejor del mundo y de paso amplió su ventaja como líder de la FedEx Cup, colocando su nombre como el favorito para el PGA Championship de la próxima semana y también para ser considerado el mejor jugador de la temporada.
En la ronda final, “JT” anotó seis birdies y un bogey, pero la clave fue un tirazo en el hoyo final, con un chip desde fuera del green para dejar su bola dada para par, evitando cualquier amenaza de sus rivales, especialmente de Koepka que llegaba a un impacto de la punta al 18. Sin embargo, el campeón defensor tiró su pelota al agua en esa bandera y debió anotar un doble bogey que lo sacó de carrera.
Hablando de marcas, Thomas ganó su tercer título del año (CJ Cup y Sentry Tournament of Champions) y alzó su corona 13° en el PGA Tour con apenas 27 años, un registro que solo consiguieron Tiger Woods y Jack Nicklaus a esa edad.