Después de dos fallos a quemarropa en el green 18, conectó el putt ganador y anotó una ronda final, uno bajo par 71, para terminar con 10 bajo par para el torneo, cinco golpes por delante del segundo clasificado, McIlroy.
Durante los cuatro días en el exuberante y extenso club de golf en Augusta, Georgia, Scheffler produjo un excelente golf, negándose a fallar bajo la presión de ser el líder del torneo durante casi tres días.
Al final, fue recompensado por su reciente racha de buena forma, ganando el título del torneo más prestigioso que existe, además de irse a casa con la famosa chaqueta verde y la bolsa de ganadores de $ 2.7 millones. Cuando se le preguntó cómo se sintió inmediatamente después, Scheffler dijo que estaba “bastante cansado”.
“¡Quiero irme a casa! Estoy bastante cansado en este momento, realmente no tengo palabras en este momento”, dijo.
“No puedo agradecer lo suficiente a mi familia, han hecho muchos sacrificios a lo largo de los años. Tener el honor de ganar el torneo y tener a mi familia conmigo fue increíble”.
Los últimos dos meses han sido transformadores para Scheffler.
En febrero, el golfista estadounidense no tenía una victoria en el PGA Tour a su nombre. Sin embargo, después de una racha de tres victorias en cinco torneos, fue nombrado número uno del mundo de golf en marzo. El 13 de febrero se adueñó del WM Phoenix Open en el tercer hoyo de un desempate a muerte súbita contra Patrick Cantlay. Tres semanas después, obtuvo el segundo título de su carrera en el PGA Tour en el Arnold Palmer Invitational de Orlando, Florida. Ganó por un golpe sobre Viktor Hovland, Billy Horschel y Tyrrell Hatton.
Y según el PGA Tour la victoria de Scheffler en The Masters lo convierte en el primer jugador en ganar cuatro veces en una temporada del PGA Tour al final del Masters desde David Duval en 1999.
La historia del Scheffler golfista nació cuando se mudó a Dallas. Su altura lo llevó a probar suerte en el básquetbol en la secundaria de Highland Park. Sin embargo, una vez que llegó a la Universidad de Texas se decantó por el golf. Allí, entre 2014 y 2018, comenzó a destacarse en el deporte que hoy lo tiene como su rey. Ayudó al equipo universitario a ganar tres veces los campeonatos del Big 12 y hasta fue condecorado como el mejor jugador de su edad cuando en 2015 se quedó con el Phil Mickelson Freshman of the Year.
No era sorpresa, claro: en 2013 ya había ganador el US Junior Amateur. Y en 2016 se clasificó para jugar su primer Abierto de los Estados Unidos, en el que no pudo pasar el corte luego de una esperanzadora primera ronda de 69 golpes. Competitivo al máximo, volvió a jugar aquel Major en 2017 y esa vez no sólo superó el corte -sólo lo hicieron dos aficionados-, sino que terminó el recorrido con un impacto por debajo del par para ser el mejor amateur. Vaya si prometía.
Impulsado por su interesantísima carrera como aficionado, Scheffler se ganó en 2019 su lugar para entrar, desde abajo, al circuito profesional. En mayo, logró su primera victoria en el Web.com, ahora llamado Korn Ferry en amor a su actual patrocinio, que es el tour de desarrollo del PGA. Fue en el segundo hoyo de desempate tras una ardua pelea con Marcelo Rozo, quien había liderado durante todo el fin de semana. Una muestra de templanza.
Y tres meses después, en agosto, firmó una espectacular tarjeta de doce golpes bajo el par para ganar en el Ohio State University's Scarlet Course, torneo que era parte de la finales del circuito, y le dio los puntos necesarios para no sólo convertirse en el Jugador del año de la temporada, sino también para ganarse la tarjeta para participar en el PGA Tour. Todo meteórico como se ve.
Ya en la liga mayor, Scheffler empezó a mostrar que iba a ser un competidor feroz. En agosto de 2020 terminó en el cuarto lugar del PGA Championship, otro de los Majors del circuito, que le permitió embolsar más de medio millón de dólares en premios. Unos días más tarde, con la confianza a tope en su juego, estuvo a un golpe de establecer un nuevo récord en el circuito cuando firmó una tarjeta con 59 impactos (-12) en el torneo The Northern Trust. Fue la segunda vuelta más baja en la historia del PGA.
En 2021, en el que finalizó 18° en Augusta, 7° en el US Open y 8° en el Abierto Británico, se ganó un lugar para jugar la tradicional Ryder Cup de aquella campaña. Estados Unidos ganó y Scheffler se anotó una gran victoria en un mano a mano con Rahm en la última jornada de la competencia. Ese año pandémico fue algo así como la calma que antecedió al huracán.
Fuente: Marca.com, Clarim.com Foto: diariomas.hn