Un deporte que por mucho tiempo ha estado rodeado de pretendientes.

A pesar de las diferencias que puedan haber entre los candidatos aspirantes a la presidencia, quienes han pasado por  la “Casa Blanca”, comparten un elemento en común que durante años ha sido parte del estilo de vida presidencial de la mayoría de esos grandes líderes de Estados Unidos desde principio del siglo XX: el golf.

El deporte de los caballeros se respira como parte misma de la presidencia y ha sido el deporte que ha conquistado la “Casa Blanca” sin fecha de caducidad. Desde William Taft, el presidente 27 y quien lo introdujo, hasta llegar a Donald Trump, el nuevo líder de la nación, el juego ha permanecido como una constante en la vida política estadounidense.

Trump es el decimo octavo presidente del golf desde inicios del siglo XX y de la lista que lo antecede solo cuatro: Teddy Roosevelt, Herbert Hoover, Harry Truman y Jimmy Carter fueron los únicos presidentes no jugadores de este deporte. Aquí un recuento de los presidentes que han hecho del golf parte de su rutina política.

WILLIAM HOWARD TAFT

Fue el vigesimoséptimo presidente de los Estados Unidos (1909-1913).Su gusto por el golf lo desarrolló en la búsqueda de un deporte que no fuera tan físicamente demandante, esto debido a su robusta apariencia que lo hizo en varias ocasiones protagonizar caricaturas publicadas por diarios locales en las que se burlaban de su tamaño.

Así, como era un hombre corpulento, el golf era un deporte que lograba jugar sin demasiadas complicaciones. Su amor por el golf no fue nada comparado con el de su sucesor, Woodrow Wilson.

WOODROW WILSON

Thomas Woodrow Wilson que llevó a cabo su gestión desde 1913 a 1921, jugaba religiosamente hasta que sufrió un derrame cerebral en 1919.

“Wilson era un fanático del deporte”, relata Mike Trostel, historiador de la Asociación de Golf de los Estados Unidos en una reciente publicación hecha por CNN. “Incluso le ordenó a sus guardias del servicio secreto que pintaran sus pelotas de golf para que pudiera practicar su drive en la nieve” agregó, asegurando que Wilson jugó más de 1.000 rondas de golf durante el tiempo que estuvo en el poder.

Wooddrow es recordado en el golf por que practicaba su swing mientras debatía sobre asuntos de política, e incluso conoció a su segunda esposa, Edith, después de jugar una ronda de golf. Más adelante, ella empezó a jugar como la Primera Dama, según datos ofrecidos por el especialista.

DWIGHT DAVID EISENHOWER

Presidente entre 1953 y 1961, contribuyó a la popularización del golf y, era un gran aficionado de este deporte y gran amigo del legendario Arnold Palmer, (recientemente fallecido) uno de los más grandes profesionales de la historia del golf, amistad que influyó mucho en el florecer de este deporte entre los años cincuenta y setenta, tiempo en el que se les veía jugar juntos frecuentemente.

Según datos ofrecidos por CNN, Einsenhower entrenaba todas las mañanas y tenía un green para practicar el putt justo afuera de su oficina, donde le dictaba a su secretaria. Hizo 45 viajes a Augusta: cinco antes de instalarse en la Casa Blanca, 29 como presidente y 11 después de su mandato. “The Masters” era su torneo favorito.

En Augusta aun esta “La Eisenhower Cabin”, construida en la década de 1950, y es una de las 10 cabañas en el campo. Es en este campo donde existió el árbol más famoso en el mundo del golf, denominado “Eisenhower Tree” ubicado al lado del hoyo 17 y eliminado en marzo de 2014 luego de sufrir un daño estructural. El árbol adquirió el nombre del presidente en 1956 luego de su solicitud que fuera talado ya que lo ocasionaba grandes problemas por su constante hábito que sus bolas chocaran con la mata en repetidas ocasiones, lo que se convirtió en una reiterada molestia.

JOHN F. KENNEDDY

Presidente desde 1961 hasta su muerte en 1963. No solo era un gran aficionado al golf, sino que poseía un gran talento para el juego. Posiblemente el que mejor jugaba golf de todos los presidentes estadounidenses. No se le veía hacerlo con frecuencia, pues era de la línea conservadora, interesado en no llamar la atención. Se sabe que perteneció al equipo de golf de Harvard y logro un hándicap de un solo dígito.

GERALD FORD

Gerald Rudolph Ford, Jr. Presidente desde 1974 hasta 1977 también fue un gran jugador de golf, su gran talento en el juego se encontraba en sus pegadas largas ya que el drive era su mejor herramienta sobre los campos.

Desde siempre fue apegado a los deportes y fue un excelente atleta durante sus años universitarios, Ford era un feroz competidor.

Ronald Reagan también fue un aficionado, golpeando la bola ocasionalmente en los pasillos del avión presidencial.

BILL CLINTON

Bill Clinton, presidente de los EE. UU. en los periodos de 1993-1997 y 1997-2001, ha sido desde siempre aficionado y de los más entusiastas con este deporte. Mostró siempre en público su gran pasión y no tenía ataduras al momento de hablar de golf o hacer comentarios sin importarle quién lo escuchara o supiera que estaba jugando.

Recibió en varias ocasiones a sus invitados en un campo de golf, incluso bromeando cuando decía que él es el único presidente cuyo hándicap disminuyó durante su período de mandato.

Mientras Richard Nixon había eliminado previamente el green para practicar el putt de la “Casa Blanca”, Clinton hizo que lo reinstalaran. Su fundación ayuda a financiar el evento “Humana Challenge PGA Tour”.

«Los presidentes necesitan dejar descansar sus mentes, no sólo sus cuerpos», dijo Clinton a la revista Golf Digest en 2012. «Ellos necesitan el ejercicio, el aire fresco. Y necesitan hacer algo que, literalmente, los distraiga de lo que están haciendo».

GEORGE W. BUSH

George W. Bush, periodo 2001-2009, ha sido un gran golfista a pesar que él comenta que se abstuvo de jugar mientras que las tropas de Estados Unidos estaban en guerra en Iraq y Afganistán.

Al parecer la pasión de Bush por el golf era algo que llevaba en la sangre, George Herbert Walker, su abuelo, fue presidente de la Asociación de Golf de los Estados Unidos en 1920. Bush era conocido por su velocidad dentro del campo, y rara vez hacía alguna pausa entre golpes.

Era un golfista entusiasta pero también cauteloso respecto a la opinión pública, así que no jugó con tanta frecuencia durante su mandato.

BARACK OBAMA

 El presidente que se despide a principios de enero del 2017, es un gran aficionado a este deporte, hasta el punto que ha sido criticado por la cantidad de tiempo que le ha dedicado. Obama ha jugado golf con líderes de todo el mundo, entre ellos John Key, el primer ministro de Nueva Zelandia. Sigue los pasos de los presidentes que en el pasado handisfrutado de pasar tiempo en el campo de golf.

Sin embargo, algunos medios enfatizan en que la faceta de jugador de golf de Obama, es relativamente nueva. Dicen quienes lo conocen, que empezó a practicar el golf en sus últimos años como senador y más constantemente desde que llegó al máximo cargo de esa nación en 2008, completando un estimado de 300 rondas de juego en este lapso de ocho años.

DONALD TRUMP

En esta ocasión la Casa Blanca no solo tiene un presidente con tradición como jugador de golf, sino un empresario de esta industria que tiene en su poder diversos complejos que incluyen afamados campos y múltiples negocios relacionados a este deporte. Gran parte de sus fines de semana son dedicados al golf y su desempeño en los fairways se le da bastante bien.

Con gran fama internacional como uno de los empresarios más exitosos del mundo en el negocios de los bienes raíces y de algunas incursiones en el mundo del espectáculo, se estima que su fortuna asciende a los 10.000 millones de dólares de acuerdo a la revista Forbes, y una buena porción de esa fortuna se debe a sus inversiones en el golf, pues se precia de poseer diez campos de golf en Estados Unidos en ciudades como Los Ángeles, Miami, Washington, Bedminster, Fery Point, Pine Hill, Sterling, Westchester, Doonbeg y Turnberry.

Durante su periodo de campaña enfrentó diferencias contiendas políticas en la que estuvo involucrada la Federación Internacional de Golf y la PGA, ocasionando que se decidieran cambios de sede de importantes eventos y realizarlos fuera de los campos de Trump por diversos pronunciamientos contrarios a entidades involucradas en la industria que él habría pronunciado. Esta situación deja en expectativas al sector del golf sobre cuáles serán los movimientos que ejercerá Trump sobre el golf y todo lo que lo circunda.

Por: Franchesca Páez

Fotos: Fuentes externas